La Dra. Petra Vega, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) y directora de la Clínica Vega, explica la solución para tener unos labios perfectos con un tratamiento muy diferencial, que cada vez está más demandado. “Se trata de un implante permanente para el labio, principalmente indicado para personas que suelen ponerse ácido hialurónico, pero que quieren prolongar su duración. Además, se adapta fácilmente a las necesidades de casa paciente. Un tratamiento ideal para las personas interesadas en un resultado natural y duradero, permitiendo al paciente personalizarlo basándose en lo que quiere conseguir, ya que está disponible en una gran variedad de diámetros y longitudes y durante la consulta con su médico, se determinará qué tamaño es el más adecuado. Otra ventaja que presenta es que a pesar que es un implante permanente, es fácilmente extraíble en el caso que se quiera volver al aspecto de su labio original”, indica la experta.
No es un producto inyectable
“Es una pequeña prótesis de silicona blanda y sólida y puede retirarse en cualquier momento sin cirugía”. Añade la Dra. Vega: “es diferente de otras técnicas porque ofrece una alternativa permanente a las inyecciones de relleno reabsorbibles, repetitivas, costosas y dolorosas, y con menos complicaciones potenciales de los implantes inyectables permanentes. Está diseñado siguiendo el contorno de la forma de sus labios, tiene una superficie lisa para minimizar el crecimiento de tejido. A diferencia de otros implantes permanentes que se han usado históricamente, no está compuesto de sustancias que potencialmente pueden causar crecimiento en el tejido del labio circundante cicatrizando al propio implante. Este proceso aumenta la probabilidad de una apariencia atada o una sonrisa restringida y antinatural”.
Procedimiento sencillo
Además, indica la doctora, “es un proceso relativamente sencillo de realizar. La boca y los labios se anestesian localmente para hacer unas pequeñas incisiones en el lado, con el objetivo de introducir el implante, que se hace pasar a través de un túnel en el labio, y se coloca en el centro. El proceso se repite para el otro y las incisiones se cierran utilizando suturas absorbibles. El procedimiento suele tardar menos de treinta minutos y la actividad normal puede reanudarse al día siguiente.
Después del tratamiento es normal experimentar una leve hinchazón en la zona y pueden aparecer hematomas alrededor del labio, que suelen desaparecer a la semana. La incomodidad o dolor, en el caso que se presente, suele desaparecer generalmente después de las primeras 24-48 horas, aunque sus labios serán sensibles a la luz o presión unas 2 semanas aproximadamente”.
También advierte la experta que, “como en todo tratamiento pueden aparecer efectos adversos como:
– Hematomas e inflamación: depende de cada persona. Es recomendable tomar árnica unos días antes de la intervención.
– Infección: el riesgo es muy bajo, siendo de menos del 1%. Para minimizarlo, se recetan antibióticos y antiinflamatorios”.
Resultados
“Sus labios serán bastante grandes e hinchados en los primeros días postoperatorios. A medida que la hinchazón disminuye, comenzará a ver el resultado final”, dice la Dra. Petra Vega.