La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y el laboratorio Novo Nordisk acaban de lanzar la campaña de concienciación y educación sanitaria “Más Grande Que Yo”, con el objetivo de cambiar el relato y la percepción social sobre la obesidad, porque a menudo, las personas con obesidad son juzgadas por vivir con este trastorno metabólico en el que, más allá de los hábitos higiénico-dietéticos, la predisposición genética juega un papel fundamental.
“Más Grande Que Yo”
Es un movimiento que busca derribar las barreras sociales, desmentir las percepciones erróneas y eliminar los estigmas que rodean al sobrepeso y a la obesidad. Redefinir ambos conceptos para que se perciban como verdaderos problemas de salud y no como problemas estéticos es también uno de sus objetivos clave. La web que enmarca el proyecto, www.masgrandeque.es, recopila información útil y práctica para afrontar la enfermedad.
Una enfermedad multifactorial
La obesidad es un problema de salud pública que va más allá de comer bien y hacer ejercicio. Se trata de una enfermedad multifactorial asociada a más de 200 problemas de salud. Hay estudios que revelan que los genes influyen hasta en un 70% en el Índice de Masa Corporal (IMC) de cada persona.
“La alimentación saludable y el ejercicio son una parte importante del tratamiento de la obesidad, pero hay que valorar otros muchos aspectos, incluida la genética, para establecer una estrategia terapéutica individualizada. Por eso, desde SEEDO hemos puesto en nuestra web un localizador de especialistas con el objetivo de ayudar a la gente que vive con obesidad a encontrar un experto cerca de su hogar”, destaca la Dra. Susana Monereo, especialista en Endocrinología y Nutrición y secretaria de la SEEDO. De hecho, entre el 80% y el 95% de las personas que solo hacen dieta para bajar de peso termina recuperando el peso inicial.
En la actualidad, alrededor del 22% de la población española –o lo que es lo mismo, una de cada cinco personas– tiene obesidad; y el 31,6% presenta sobrepeso. Son cifras que se han multiplicado por dos en las últimas décadas. En 2020, más de 620 millones de personas adultas tenían sobrepeso. Se calcula que, en 2030, pueden llegar a ser 1.000 millones.
De hecho, aunque la obesidad es una patología reconocida por la Organización Mundial de la Salud, solo el 36% de los afectados tiene un diagnóstico médico.