El abdomen con grasa localizada es el más popular, le sigue la tripa con flacidez, luego la “barriguita” con hipotonía muscular y existe otro tipo: el abdomen con celulitis. Las Dras. Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto han desarrollado un “plan de ataque” para cada uno de ellos seleccionando y combinando los tratamientos que mejor funcionan para tonificar y reducir el volumen abdominal.
Distintos tipos de abdomen
Las doctoras han realizado una clasificación diferenciada de 4 tipos de abdomen en función del predominio de la alteración estética:
Abdomen con celulitis: presente en la zona supraumbilical. Aparecen irregularidades en el aspecto de la piel en forma de nódulos con tracciones de la piel dando el aspecto conocido como “piel de naranja”. Aparece por la suma de los siguientes factores: genética, falta de ejercicio, alimentación basada en alimentos proinflamatorios, malos hábitos como fumar o el exceso de alcohol, hormonas femeninas (progesterona y estrógenos), hormona del estrés (Cortisol) o alteraciones circulatorias.
Tratamientos:
– Drenaje linfático manual para activar la circulación y drenar el cúmulo de toxinas. Se necesitarían unas 10 sesiones (1 a la semana).
– Mesoterapia drenante, anticelulítica y lipolítica para acelerar la ‘destrucción’ de los cúmulos de celulitis. Se recomiendan 10 sesiones (1 a la semana).
– Coaching nutricional a medida, para controlar y pautar una dieta equilibrada que nos ayude a lograr los resultados más rápido.
– Carboxiterapia para activar la circulación y mejorar la calidad y elasticidad de la piel. 10 sesiones (1 a la semana).
Abdomen con flacidez cutánea: suele tener una piel fina, atrófica que va formando pliegues en la zona supraumbilical, dando como resultado, también, el famoso “ombligo triste” o caído. Los causantes de la aparición de este tipo son: pérdida de colágeno del envejecimiento que se traduce en adelgazamiento y laxitud de la piel, alimentación con exceso de azúcares y falta de proteínas, embarazo: en el posparto suele aparecer un abdomen flácido por distensión de la piel, cambios bruscos de peso, menopausia, exposición solar excesiva o la falta de ejercicio.
Tratamientos:
– Radiofrecuencia para estimular la síntesis de colágeno. Se recomiendan 6 sesiones cada 3 semanas.
– Hilos tensores corporales con ácido hialurónico. Estimulan el colágeno alrededor de la tripa y logran compactar la piel. Recomendamos 1-2 sesiones al año.
– Ultrasonidos focalizados para seguir generando colágeno y tensar la zona al máximo. Solo se necesita 1 sesión anual.
– Inductores de colágeno como hidroxiapatita cálcica y ácido poliláctico. Suelen realizarse unas 3 sesiones con una periodicidad trimestral entre sesiones.
Abdomen con grasa localizada: Es el más frecuente. Se identifica fácilmente porque el abdomen con grasa localizada es globuloso en la zona infraumbilical y aumenta el contorno corporal en los flancos laterales. Es esa barriga que comúnmente conocemos como “flotador” y lo provocan: una alimentación desequilibrada e hipercalórica, el estrés, que aumenta la síntesis de cortisol, la menopausia, disminuyen las hormonas femeninas y predominan las masculinas, de ahí que la grasa se redistribuya y se acumule en el abdomen y flancos laterales.
Tratamientos:
– Infiltraciones con lipolíticos contra la grasa. Actúa como un “detergente” y elimina todo aquello que considera tóxico para dejar la tripa ‘limpia’ y plana. Se recomiendan 3 sesiones realizando una cada 2-3 meses.
– Radiofrecuencia combinada con ultrasonidos para reducir la grasa y tonificar la piel. Lo ideal es realizar unas 6 sesiones ,1 cada 2 semanas.
– Coaching nutricional ajustando la ingesta a los cambios asociados a la edad y a los cambios hormonales.
Abdomen con hipotonía muscular: son esas tripas que tienen más protusión (abombadas) en la zona infraumbilical por pérdida de tensión muscular. Este tipo de abdomen “blandito” con falta de firmeza y de tonificación sale a la luz por: falta de ejercicio y estilo de vida sedentario o también por postparto.
Tratamientos:
– Electroestimulación para endurecer la zona y dejar atrás esa barriga con falta de tonificación. Lo ideal es hacer 10 sesiones, 1 a la semana.
– Dieta rica en proteínas para favorecer la creación y fijación de la masa muscular.
– Abdominales hipopresivos, que, además de fortalecer el abdomen, son muy recomendables para mejorar la salud postural, respiratoria, vascular y metabólica.