La Dra. Candy Hernández, médico estético y directora de Candhé Clinic, señala que “la toxina botulínica es uno de los tratamientos preventivos más eficaces para frenar los signos de envejecimiento. Sin embargo, muchos bulos y mitos populares circulan su alrededor.
Mitos y realidades
– “Aún soy joven, no lo necesito”. La toxina actúa relajando los músculos que causan las arrugas de expresión, es por eso que el mejor momento para comenzar es en la juventud. Es decir, antes de que aparezcan. La doctora afirma que no hay una edad establecida, porque depende de cada paciente. Por eso se aconseja una consulta personalizada.
– “No tengo arrugas profundas”. Las arrugas profundas no se tratan con toxina botulínica. Es únicamente el tratamiento preventivo para que no se formen y no necesites tratarlas en el futuro con otros procedimientos.
– “Es caro de mantener”. No es tan caro como se piensa y puede plantearse como una inversión personal, con el fin de que el día de mañana puedas ahorrarte otros tratamientos mucho más costosos.
– “No quiero verme raro”. Este tratamiento bien aplicado, por un médico estético cualificado y con experiencia, nunca cambia la expresión natural del rostro. Por el contrario, puede incluso armonizar la expresión de algunos gestos.
Tratamiento
Es la técnica anti-edad más eficaz del momento contra las líneas de expresión del rostro. Es decir, aquellas que aparecen por el movimiento de los músculos faciales al gesticular. Es uno de los mejores tratamientos preventivos, incluso en pacientes jóvenes que quieran frenar el paso de tiempo en el rostro.
Tiene doble acción:
– Alisa las líneas de expresión.
– Previene la formación de que aparezcan de nuevas.
Su infiltración es totalmente compatible con otras técnicas y tratamientos rejuvenecedores como el ácido hialurónico o la tecnología láser para conseguir los mejores resultados de forma personalizada para cada paciente.