La mejor versión de nosotros mismos, esta es la idea utópica de los filtros en redes sociales. Pero a menudo ocasionan el efecto “caras idénticas”, robotizadas, perfectas e irreales. Así lo explica el Dr. Leo Cerrud, médico estético: No se trata de aspirar a la perfección absoluta que promueven algunas aplicaciones o filtros de las diferentes redes sociales. Se trata de analizar parte por parte lo que hacen esos filtros y apps para que a golpe de click nos veamos más guapos, más frescos o más descansados; ofreciendo nuestra mejor versión pero sin cambios excesivos. Observar lo que la medicina estética puede ofrecer para, de alguna manera, acercarse al resultado de esos filtros pero siempre desde la naturalidad, la armonía, la proporción, la elegancia y el sentido común, cuenta el doctor.
Los filtros y las aplicaciones por lo general logran lo siguiente: desde un punto de vista básico, eliminar ojeras, unificar el tono de piel, aumentar los labios, iluminar los ojos, eliminar arrugas y alisar la piel. Desde un punto de vista avanzado, rediseñar las cejas, ampliar la mirada abriendo los ojos, mejorar la forma de la nariz, recuperar el volumen facial.
Cuando la medicina estética se asemeja a un filtro
Según el experto, la medicina estética puede aportar la mayoría de las cosas que hacen los filtros (siempre hablamos de los naturales). Para difuminar las ojeras, rediseñar la nariz sin cirugía o aumentar los labios tenemos el ácido hialurónico, para unificar el tono de la piel y las manchas contamos con la infiltración de vitaminas, los peelings, y las cremas despigmentantes. Si lo que deseamos es eliminar arrugas está la toxina botulínica. El rediseño de cejas y ampliar la mirada (incluso conseguir los foxy eyes) se logra con toxina botulínica o hilos tensores espiculados. Y si queremos recuperar o modificar la forma de la cara: fillers faciales, dice el experto.
Cuidado con el efecto “beso”
El especialista llama la atención sobre lo que más prolifera en redes sociales: el efecto beso a base de labios excesivamente hinchados. Cuando la infiltración es desproporcionada el volumen de la mucosa labial queda como si la paciente estuviera dando un beso perpetuo, con la forma de letra O, de manera que parte de los dientes de arriba quedan al descubierto. Es un efecto muy forzado, difícil de mantener en el tiempo y sobre todo totalmente antinatural.