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Diagnóstico y tratamiento del melasma

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La Dra. Estefanía Arredondo, directora médica del laboratorio Olyan farma, responde a las preguntas clave sobre el melasma: qué es, los tipos que existen, su tratamiento o cómo se diagnostica el melasma.

Qué es el melasma y quién lo padece

El melasma es una patología de la piel englobada en el grupo de hiperpigmentaciones o melanosis adquiridas. Aunque su prevalencia es desconocida se cree que puede afectar al 1% o al 50% de la población en regiones de alto riesgo y aparece más frecuentemente entre los 20 y 30 años, siendo casi exclusivo en mujeres de mediana edad (90%).

Afecta más a mujeres que a hombres, y es más frecuente en la edad fértil, en mujeres que utilizan anticonceptivos hormonales orales y en mujeres embarazadas, siendo infrecuente durante la menopausia porque los estrógenos juegan un papel en la patogenia del melasma, en donde hay una expresión aumentada de receptores a los que se une, induciendo la producción de melanina. En la menopausia descienden los niveles de estrógenos, por ello es más infrecuente.

Afecta de manera predominante a mujeres con fototipos de piel alto III- IV de origen hispánico y asiático.

Cómo y por qué se produce

La patogenia del melasma es compleja, resultante de una interacción entre los queratinocitos, los mastocitos, anormalidades en la regulación genética, aumento de vascularización y rotura de la membrana basal. Existe cierta predisposición genética, sobre todo en los fototipos altos IV- VI.

Se relaciona con la exposición a la radiación UV y luz visible, que generan la producción de radicales libres de oxígeno que influye en la producción de melanina (melanogénesis) por medio de los queratinocitos, los fibroblastos, el factor de células madre, y tiene una influencia hormonal de estrógenos y progestágenos.

En verano, al haber mayor exposición a la radiación solar, y ser esta de mayor intensidad que en las demás estaciones del año, empeora. Por ello, es importante utilizar protección solar, aunque esta es una recomendación que se extiende a todo el año.

Se caracteriza por la aparición de máculas y parches bilaterales y simétricos, marrones, grises o azulados, irregulares, en zonas expuestas al sol (sobre todo en la cara, aunque también puede aparecer en el cuello, la región esternal y los antebrazos).

Tipos según la distribución

  1. Centrofacial (frente, nariz y labio superior), siendo el más frecuente de todos (66%).
  2. Malar (mejillas y nariz), afectando al 20%. Esta afectación es más frecuente en hombres.
  3. Mandibular (barbilla y mentón), afecta al 15%. Esta afectación es típica de personas mayores, en relación con el daño solar acumulado.

Diagnóstico

El diagnóstico es clínico, aunque como ayuda se puede utilizar la luz de Wood (determina la extensión, aunque no es útil en los fototipos V y VI) y la dermatoscopia (permite conocer la profundidad del pigmento). Otras técnicas que se pueden utilizar son la microscopía de reflectancia confocal y el mexameter score.

Tratamientos

Podemos tener tratamiento preventivo y tratamiento despigmentante (tópico, oral, procedimientos o terapias físicas).

Dentro de los tratamientos tópicos del melasma, principalmente, se encuentra la hidroquinona, los corticoides y los retinoides. Además, hay agentes tópicos naturales como la niacinamida, el ácido ascórbico, el ácido kójico y el ácido azelaico, la Bellis perennis, la Lignina peroxidasa, la alfa arbutina y la soja; y agentes tópicos sintéticos como el ácido tranexámico, el 4-n- butilresorcinol, la flutamida y el tiamidol.

El tratamiento oral, siempre supervisado por un médico, se realiza cuando el tratamiento tópico no ha dado resultados significativos, y dependiendo de la evaluación del dermatólogo tendrá una duración y una dosificación determinada y para los procedimientos o terapias físicas que se pueden usar en el melasma podemos utilizar peeling químico con ácido glicólico, ácido salicílico o ácido tricloroacético. Se puede preparar la piel con agentes tópicos despigmentantes desde cuatro semanas antes del procedimiento. También tenemos el microneedling o mesoterapia con inyección de fármacos tópicos y la microdermoabrasión a través de puntas de diamante y agua.