Las Dras. Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto explican que consiste el tratamiento de neuromodulación facial para tratar las arrugas de expresión en entrecejo y patas de gallo en hombres.
La neuromodulación se conoce desde hace muchos años, pero no fue hasta 2002 (hace más de 20 años) cuando su ingrediente estrella fue aprobado por la FDA para uso estético. Son muchos los hombres que recurren a este tratamiento, pero hay otros que todavía muestran un poco de reticencia porque no se fían de los resultados.
Resultados naturales
Las infiltraciones con técnica de neuromodulación son el tratamiento contra las arrugas de expresión por excelencia. Cuando se trata de ver una diferencia notable (y si se hace correctamente), sus resultados son innegables. La clave está en no congelar la musculatura, de modo que se mantenga una expresión suave, con lo que se obtienen resultados 100% naturales, afirman las doctoras.
Los hombres que vienen a nuestra consulta con cierto “miedo” son todo un reto para nosotras. Suelen hacer muchas más preguntas que las mujeres y, sobre todo, para ellos lo que prima es la naturalidad y que parezca que “no me he hecho nada”.
Luego, cuando se hacen el tratamiento, ven que el resultado es casi inmediato y, lo que más les sorprende (y gusta) es percibir, a medida que pasan los días, como la piel está mucho más suave, las líneas se difuminan, las arrugas se reducen… y, lo mejor, sin perder ni un ápice de naturalidad ni de masculinidad.
Las especialistas explican que los hombres suelen necesitar más infiltraciones que las mujeres para conseguir el mismo resultado. En los hombres, el tejido de la cara suele ser más pesado, lo que hace que los músculos que realizan las expresiones faciales sean más fuertes. Estos dan lugar a arrugas más profundas y pronunciadas y ambos factores pueden afectar a la cantidad de infiltraciones que se necesiten para un tratamiento. Los músculos más grandes y fuertes requieren una mayor cantidad para lograr el mismo efecto de relajación muscular. Y el tratamiento de las líneas más profundas también lo requiere para lograr el efecto deseado.
Las zonas del rostro que más les preocupan
La zona más común son las líneas glabelares de la frente, también conocidas como las líneas “11” que se forman entre las cejas. También suele ser común difuminar las líneas horizontales de la frente y las patas de gallo. Las doctoras añaden que, además de este tratamiento, cada vez son más los hombres que buscan inyecciones de ácido hialurónico en la barbilla, la línea de la mandíbula y la zona perioral.
