La luz pulsada intensa es una muy buena opción para rejuvenecer, pero existe cierta confusión con la luz pulsada intensa, a la que a veces se confunda con el láser.
Las doctoras Conchita Pinilla, especialista en cirugía plástica, y Mar Lázaro, experta en medicina estética, utilizan luz pulsada intensa a menudo en sus consultas: se trata de una aparatología que emite luz en pulsos en varias longitudes de onda, lo cual la diferencia del láser, que emite una luz coherente. IPL se usa para tratar lesiones de color marrón (léntigos, pecas, etc.) y rojo de hemoglobina (telangiectasias, angiomas, cuperosis, rosácea, acné, puntos rubí) y se utilizan longitudes de onda de absorción de la melanina y hemoglobina respectivamente, las cuales tratan la lesión selectivamente por el color, en un tiempo cortísimo y sin difundir el calor a las estructuras circundantes, la IPL es muy selectiva, explican.
Beneficios
Al ser selectiva, añaden, no daña los tejidos de alrededor, va muy dirigida al problema y no es una tecnología nada agresiva, porque además, penetra a un nivel relativamente superficial: de ahí que sea ideal para lesiones que no sean profundas. A nivel facial corrige las manchas, pero también las cuperosis, cicatrices, rosácea, acné, puntos rubí, angiomas, cierra los poros, aporta luminosidad y estimula la generación de colágeno, mejorando la densidad cutánea.
Desventajas
No se puede realizar ni antes ni después de tomar el sol, lo cual limita levemente el tratamiento. Además, capta las lesiones rojas y marrones, mientras que algunos tipos de láser captan lesiones pigmentadas independientemente del color. A su vez IPL es perfecta en lesiones vasculares, como los capilares superficiales, pero para las profundas hay que decantarse por algunos láseres.
Para los tratamientos faciales, las zonas indicadas son: rostro, cuello y escote y las doctoras recomiendan la realización de tres sesiones para la efectividad de los tratamientos.
