La Dra. Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial, explica que la flacidez del rostro es uno de los signos que más evidencian el paso del tiempo, junto con las arrugas. Pero, si hace años éstas eran la mayor preocupación estética, actualmente combatir los efectos de la gravedad en nuestro rostro son uno de los retos más importantes.
Tratamientos contra la flacidez
– Lifting facial y cervical asistido para corregir la papada o el desdibujamiento del óvalo facial. Este procedimiento de última generación permite reposicionar los tejidos que han ido descendiendo con el tiempo, provocando el desdibujamiento de los contornos del rostro. Usamos láser frío para realizar las incisiones y el abordaje, siempre en zonas ocultas, de forma que se reduce la inflamación y el sangrado, favoreciendo una mejor cicatrización. El levantamiento de la piel es lo más limitado posible, ya que se asiste con cámaras, que permiten una visión de la zona a tratar. Esto disminuye el riesgo de lesión nerviosa o vascular.
El manejo de los tejidos que se van a eliminar es extremadamente cuidadoso, con el fin de preservar la naturalidad el rostro, para no modificar la expresividad. Trabajamos en 4 dimensiones, actuando sobre todos los planos faciales, para conseguir que el resultado sea lo más natural y duradero posible. Finalmente, usamos suturas especiales, intradérmicas, transparentes y flexibles, no visibles desde fuera. Antes de nada, hacemos un estudio y análisis del rostro del paciente, para encontrar la técnica que mejor se adapta a su rostro.
– Blefaroláser, para corregir la flacidez que afecta al contorno de los ojos. Para corregir la flacidez que aparece en la zona del contorno de los ojos y que se manifiesta en forma de exceso de piel de párpado superior o bolsas en el párpado inferior recomendamos el blefaroláser, una técnica mínimamente invasiva, de carácter ambulatorio y con una recuperación más rápida que la blefaroplastia. Se realiza con láser CO2 incisional y fraccionado, que induce un recambio de la piel, consiguiendo de este modo no solo la eliminación del excedente cutáneo si no también la formación de una piel nueva más fuerte y saludable.
– Hialesmas®. Es una técnica patentada por la Dra. Pérez Sevilla que consiste en infiltración de rellenos o fillers diseñada para evitar la flacidez y devolver la juventud a tu rostro. Con esta técnica se corrigen y atenúan defectos concretos, como la ‘cococha’, pérdida de volumen de pómulos y definición del óvalo facial y, además, se establecen una guía para que, a partir del tratamiento, el envejecimiento sea más estético y favorable, provocando un retraso del descenso de los tejidos y evitando que los acúmulos grasos se coloquen en zonas estéticamente desfavorables. Está basada en el tensado y en la mejoría de la calidad del tejido del SMAS (sistema músculo aponeurótico superficial), una estructura anatómica fibrosa de la cara que conecta los músculos transmitiendo sus movimientos.
Es un procedimiento rápido que se realiza con anestesia tópica, mediante infiltraciones cuidadosas y poco agresivas. La corrección siempre es evidente, eficaz y natural, sin cambiar la expresión facial ni incurrir en artificialidad. Se puede aplicar para defectos leves o para defectos más severos adaptando la técnica de inyección.
– Rellenos y Tensores. Estos productos son una serie de sustancias que se inyectan en el rostro para restaurar arrugas medias, finas y profundas y mejorar la regeneración de la piel a largo plazo, y reponer volúmenes perdidos en sienes, pómulos, región central de la mejilla, labios y región central mandibular. Además, se consigue un efecto de tensado de los tejidos descendidos al inyectar en puntos deprimidos (donde falta volumen) ejerciendo un efecto de tensado “en tienda de campaña” e inducir una regeneración de la piel donde se inyecta.
Son muy eficaces y la corrección se ve desde el primer momento (aunque con algunos productos se intensifica pasados unos meses). Todos son biocompatibles y reabsorbibles y la duración de algunos rellenos puede llegar hasta los 2 años. El procedimiento es muy rápido y la incorporación a la vida habitual es inmediata.