Hoy en día los antioxidantes están cobrando un gran protagonismo para prevenir el envejecimiento y mejorar la calidad de vida de las personas y se está convirtiendo en una exigencia constante en el campo de la salud, la belleza y el bienestar. Según explica el Dr. Ángel Durántez, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte, Medicina Preventiva Proactiva y la Age Management Medicine. Los antioxidantes son moléculas que tienen la capacidad de retrasar la oxidación de otras moléculas, los antioxidantes se oxidan ellos mismos culminando estas reacciones y, por tanto, inhibiéndolas, asegura el especialista, director técnico de Longevitas Labs. Durante años a los antioxidantes se les consideró unos meros captadores de radicales libres, pero con el tiempo se ha visto que con su consumo frecuente puede derivar en importantes beneficios fisiológicos para nuestro organismo. Hay evidencia epidemiológica de que un mayor consumo de alimentos ricos en antioxidantes se relaciona con una reducción de la incidencia de algunas enfermedades crónicas no transmisibles.
No todos son iguales, alimentación y suplementación
Pero no todos los antioxidantes son iguales, indica el experto. Dentro de este complejo universo, existe una diferenciación clara, no sólo por sus virtudes, sino por el origen. Encontramos los antioxidantes endógenos, aquellos que genera nuestro propio organismo, que cuando pasa el tiempo se ve bombardeado por una alimentación inadecuada, micronutrientes insuficientes o desequilibrios alimenticios; exceso de contaminantes, exceso de sol y de deporte, fármacos o incluso el estrés diario, hace que sus reservas se vayan mermando: vitaminas, minerales, coenzima Q10, omega3, omega6, aminoácidos, etc. Por otro lado, existen los antioxidantes exógenos, que son aquellos que no son generados por el organismo y nos llegan de fuentes externas, fundamentalmente a través de la naturaleza: vegetales y frutas.