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Respuestas a los desafíos sanitarios en Endocrinología

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Establecer unas bases de acuerdo a los desafíos sanitarios ocasionados es algo que se ha visto refrendado ya que, según una encuesta realizada por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el 54% de sus socios ha participado en equipos COVID y un 11% ha padecido la infección. Además, se ha evidenciado la importancia de la actividad de los endocrinólogos en todas las fases de esta enfermedad.

Desafíos sanitarios

La obesidad y la diabetes se han destacado como factores de riesgo para la infección por SARS-CoV-2; el soporte nutricional es fundamental en los pacientes ingresados, dado las altas necesidades energéticas y proteicas asociadas al gasto energético que conlleva la enfermedad y en la fase de recuperación, que puede ser larga. En esta fase también es fundamental el papel del especialista en Endocrinología y Nutrición, promoviendo cambios de estilo de vida, ajustando el tratamiento para la diabetes (que se ve afectada en muchos casos por los fármacos utilizados para el tratamiento de COVID) y prescribiendo un adecuado tratamiento nutricional en aquellos que presenten secuelas (desnutrición, sarcopenia, disfagia).

Teleconsulta

Hasta este año, solo el 19,5% de los endocrinólogos había empleado la teleconsulta. Sin embargo, a mediados de 2020, el 77,4% de estos especialistas ya habían recurrido a esta herramienta como actividad novedosa durante la pandemia. Por este motivo, la SEEN ha sido una sociedad científica pionera en el establecimiento de unas bases para mantener una asistencia sanitaria innovadora, humana, eficiente y de calidad también a través del uso de la telemedicina. Desde la SEEN señalan que, a pesar de su gravedad, el contexto actual ha supuesto un incentivo para ampliar de forma considerable el uso de la teleconsulta en pacientes que los endocrinólogos veían habitualmente de forma presencial: “La prioridad de mantener el distanciamiento social y minimizar el riesgo de transmisión del virus nos ha hecho darnos cuenta de que ciertas visitas presenciales de los pacientes (por ejemplo, para recibir resultados o revisiones rutinarias) no son estrictamente necesarias”.