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¿Qué hacer para ganar calidad de vida?

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Para ganar calidad de vida en verano y para vivir más y mejor, el Dr. Juan Antonio Madrid, miembro del comité científico de la Sociedad Española de Sueño (SES) y director del laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia, reconoce que: “es un hecho que en verano tendemos a dormir menos tiempo y en aquellos lugares donde la temperatura es elevada el sueño se vuelve más fragmentado que en otros momentos del año”.

En ese laboratorio, el Dr. Madrid ha estudiado ampliamente la relación entre la temperatura corporal y el sueño, factor este que interviene directamente en nuestra calidad de vida. Según sus investigaciones, “en las sociedades preindustriales el sueño ocurría durante el periodo de descenso de la temperatura ambiental y finalizaba de forma espontánea cuando la temperatura ambiental comenzaba a ascender. Sin embargo, en nuestras sociedades los ritmos diarios de temperatura ambiental han sido en gran medida atenuados debido a la climatización y aislamiento de los edificios, por lo que se ha perdido “uno de los factores más importantes junto con la luz” en la regulación del ritmo de sueño-vigilia.

Explica el miembro de la SES que el sueño natural sobreviene cuando la temperatura central o interna de nuestro cuerpo comienza a descender (gracias a la fuga de calor corporal a través de los vasos sanguíneos de la piel de manos, pies y cara y por la bajada de temperatura ambiental) y finaliza cuando esta temperatura asciende. Sin embargo, matiza, cuando las temperaturas nocturnas son elevadas, “la pérdida de este calor interno se ve dificultada y en consecuencia también lo hace el sueño, disminuyendo la calidad de vida.”

Consejos para un mejor descanso durante el verano

El doctor recomienda tener en cuenta las normas de higiene de sueño válidas para cualquier época del año prestando especial atención a los siguientes consejos que mejorarán nuestra calidad de vida:

  • Dormir en el periodo natural de descenso de la temperatura ambiental o bien utilizar ventiladores o aire acondicionado preferentemente en la primera mitad de la noche.
  • Levantarse todos los días, incluyendo los fines de semana, aproximadamente a la misma hora.
  • Realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física moderada-vigorosa, con preferencia en las horas más frescas de la mañana y en ambientes exteriores.
  • Desconectar de dispositivos electrónicos (móviles, tablets, portátiles…) y utilizar luces cálidas y de baja intensidad entre una y dos horas antes de dormir.
  • Cenar de forma ligera al menos dos horas antes de dormir.
  • Reservar un tiempo de entre 7 y 9 horas para el sueño nocturno
  • Evitar la luz durante el sueño, utilizando antifaz si fuese necesario.
  • Las siestas en verano son más frecuentes y ayudan a hacer frente a las altas temperaturas. Sin embargo, estas no deberían superar los 30 minutos.
  • Dormir en un ambiente silencioso, utilizando tapones de oídos en caso de que sea necesario.