Los psiquiatras advierten de la relación entre salud mental y pandemia. Debido a las restricciones que se alargan en el tiempo, la situación de incertidumbre y los problemas económicos generados por la COVID-19, la población general está presentando síntomas depresivos, síntomas de trastorno por estrés postraumático, y síntomas de ansiedad, sin llegar a ser desarrollar, por ahora, a nivel general enfermedades de salud mental. Para que no se cronifiquen estos síntomas y que no se transformen en problemas de salud mental, la Dra. Paz García Portilla, catedrática en Psiquiatría por la Universidad de Oviedo y del Servicio de Salud del Principado de Asturias, ha lanzado las siguientes recomendaciones:
En primer lugar, para que evitar que esos “síntomas de hartazgo y desesperanza se cronifiquen y terminen transformándose en un trastorno mental, deberíamos mantener rutinas y un estilo de vida saludable”. “Es lo que siempre decimos los médicos, pero en este caso es especial y más importante que nunca. El teletrabajo con más libertad de horarios, personas que están en un ERTE y otras situaciones han facilitado que exista una desestructuración de los horarios”, ha evidenciado.
“Es importante tener unas medidas buenas medidas de higiene de sueño, intentar hacer ejercicio -ya sea en casa, dando un paseo, haciendo pilates, yoga, relajación- y distraerse con las aficiones que nos gustan. También es muy importante reducir el consumo de alcohol y de drogas porque este ha aumentado como ayuda para sobre llevar la situación como una estrategia terapéutica generada por el propio individuo”.
Así mismo, la especialista ha aconsejado a aquellas personas a las que “les afecten las noticias sobre la COVID-19 y que verdaderamente noten que se ponen nerviosos se distancien del problema”. “Ya conocemos las medidas generales de protección frente a la infección, con seguirlas como se nos recomienda es suficiente, no hace falta aumentarlas por nuestra cuenta, y no es necesario estar al día a día mirando en los medios de comunicación cuántos han muerto de COVID hoy o cuantos van a morir mañana”, ha enfatizado.
Por otro lado, ha explicado se pueden llevar a cabo acciones preventivas en personas que ya tenían antes una tendencia de por sí a ser en cierto grado escrupulosas, muy cuidadosas con la limpieza o con cierto miedo a padecer enfermedades. “Son un perfil de personas un poco obsesivas, sin llegar a tener pensamientos ni rituales obsesivos francos. No es ningún trastorno mental, es una forma de ser. Pero estamos apreciando que, en ciertos casos, pueden llegar a obsesionarse demasiado”.