Irene Giménez, psicóloga del Institut Dra. Natalia Ribé, explica cómo debe ser la vuelta al trabajo en tiempos de pandemia, minimizando los problemas del síndrome postvacacional. “Debemos recordar que cuando las vacaciones llegan a su fin, la mayoría de personas regresan con normalidad a sus puestos de trabajo, sin que esto suponga un síndrome postvacacional. Un entorno laboral favorable, con actividades que resulten gratificantes y con solidez en las relaciones sociales, resulta crucial para una “reentré” saludable. Sin embargo, algunas personas pueden pasar por un proceso adaptativo a la vida laboral más dificultoso, conocido popularmente como síndrome postvacacional”.
Cuando la reincorporación se hace de forma brusca a la rutina laboral, puede surgir cierta sintomatología entre la que destacaríamos:
- A nivel físico: Se puede manifestar en forma de fatiga, cansancio, sueño, falta de apetito y dificultad para la concentración.
- A nivel psicológico: Se apreciaría una conducta de falta de motivación e interés, irritación y nerviosismo, así como de tristeza, por lo que los síntomas se pueden llegar a confundir con los depresivos, pero la diferencia fundamental radica, en el factor desencadenante de los mismos (la vuelta al trabajo y a la rutina tras el período vacacional).
Transitorio
El síndrome postvacacional no está tipificado como enfermedad, sino como transitorio, con una sintomatología y estado de ánimos concretos, pero con una duración estimada de unos 15 días.
El problema radica en que, a ese síndrome postvacacional, se le añadirá la preocupación o malestar que genera la vuelta a una realidad para la que aún no se está preparado: la de la nueva normalidad.
Consejos generales
Además, dentro de lo permitido en la nueva normalidad, no se deben olvidar los consejos generales tras la reincorporación a la rutina para afrontar el síndrome postvacacional:
- Dosificar la gestión de las tareas pendientes al regreso. Hay que marcarse pequeñas metas, e intentar ir solucionando el trabajo paso a paso. Se debe pensar que no somos los únicos que regresamos de vacaciones, de manera que el resto también necesitará de estas dos semanas de transición para ir adaptándose.
- Adaptación a las nuevas medidas de seguridad laborales. El teletrabajo permite relajación con relación al contagio, de manera que puede preocuparnos la reincorporación al trabajo presencial. Es importante no dejarse llevar por el pánico. Si hacemos las cosas correctamente, debemos estar tranquilos.
- Intentar que la vuelta a la rutina no sea radical. Al salir del trabajo hacer alguna actividad parecida a la que hacíamos en vacaciones. Cualquier cosa que nos permita desconectar y nos ayude a regresar a nuestro día a día, paulatinamente.
- Realizar deporte. Hace que se liberen endorfinas, y por tanto nos sintamos mejor, de ese modo nuestra sensación de tristeza será menor.