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Principales medidas para prevenir los ictus

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Según datos de la Sociedad Española de Neurología, el ictus es la principal causa de discapacidad en el mundo (en España la cifra es de más de 330.000) y la segunda de muerte (la primera entre la mujeres), con datos superiores a los fallecimientos por causa del cáncer. En España, cada año se producen entre 110.000 y 120.00 nuevos casos de ictus (el 85% de ellos isquémicos). Esto representa una mortalidad de más de 27.000 personas anualmente, siendo más de 16.000 mujeres.

Existen dos tipos de ictus. Los isquémicos se producen por una obstrucción de una arteria cerebral y los hemorrágicos que se deben a la rotura de una de estas arterias. “ Tenemos medidas que pueden evitar la aparición de un ictus o bien posibles ictus de repetición, medidas que es prioritario que la población conozca” explica el Dr. Francisco Gilo, neurólogo responsable de la Unidad de Ictus del Instituto de Neurociencias Avanzadas de Madrid (INEAMAD) , del Hospital Nuestra Señora del Rosario.

Medidas preventivas

–  Control regular de la presión arterial: “La obstrucción de una arteria que produce un infarto cerebral puede ser debida al deterioro de las paredes de una arteria del interior del cerebro”, afirma el neurólogo.

–  Medicación en caso de fibrilación auricular: “Esta patología impide una contracción efectiva de las aurículas del corazón. La medicación con anticoagulantes evita que la sangre forme coágulos al remansarse en las aurículas del corazón. Coágulos que pueden viajar hasta las arterias cerebrales provocando una obstrucción y, por ende, un ictus isquémico”, añade el doctor.

Control de la arterioesclerosis: Cuando las paredes de las arterias carótidas, que son las principales arterias que aportan la sangre al cerebro, se engruesan de manera significativa por la arterioesclerosis (acumulación de ateromas en arterias como las carótidas), puede recurrirse a su limpieza quirúrgica o a la implantación de una prótesis tipo stent. De este modo se restablece un flujo sanguíneo adecuado en su luz y se previene la aparición de un ictus.

–  Control efectivo de la diabetes: uno de los efectos que provoca la diabetes es el daño arterial. Además, los pacientes con pre-diabetes (con resistencia anormal a la glucosa o resistencia a la insulina) tienen aumentado el riesgo de enfermedad arterioesclerótica.

Control del uso de anticonceptivos y terapia hormonal postmenopáusica: las hormonas externas que contienen estos tratamientos favorecen la coagulación de la sangre y, por tanto, de la formación de trombos que pueden llegar al cerebro y otras regiones del cuerpo como los pulmones.

Precaución con las manipulaciones cervicales: “Es la rotura de la pared de una arteria principal del cuello que estaba previamente sana, lo que genera una alteración del flujo que repercute en el cerebro” explica el Dr. Gilo.

No al consumo de drogas: tienen un efecto vasoconstrictor.

Evitar la hipercolesterolemia: los altos niveles de colesterol LDL (popularmente conocido como colesterol malo) hacen que esta grasa se instale en las paredes arteriales formando placas que obstruyen las arterias vasculares pudiendo provocar un ictus isquémico.

Consumo moderado de alcohol y no al tabaco.