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Radiofrecuencia fraccionada subdérmica para reducir la flacidez

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“El uso de esta tecnología proporciona unos resultados inmediatos para reducir la flacidez en rostro y cuerpo, con resultados inmediatos y sin necesidad de cirugía”, explica la Dra. Pilar de Frutos, especialista en Cirugía Plástica Estética.

Procedimiento

“Podemos desde realizar un tratamiento para conseguir desde un retensado y remodelación superficial hasta un verdadero efecto lifting”, explica la doctora, “con anestesia local en el que, con una mínima incisión de 2 milímetros, se deposita la radiofrecuencia interna con una cánula directamente bajo la piel, generando una contracción y una compactación del tejido. La contracción que se consigue es tridimensional: en la dermis, el tejido conectivo subcutáneo y en el tejido graso profundo. Los adipocitos mueren y se reabsorben. El consiguiente aumento en la producción de colágeno hará que, en unas semanas, tanto la piel como el tejido subcutáneo se reafirme y retense de manera espectacular.

Los resultados son equiparables a los de una cirugía, pero sin bisturíes ni cicatrices. De este modo, apenas hay inflamación ni hematomas y el tiempo de recuperación es mínimo. En 2-5 días se puede volver a la vida normal y los resultados son a largo plazo, ya que pueden durar de 5 a 8 años, nada comparable a los liftings clásicos o las abdominoplastias”.

“A partir de los 50 años, la radiofrecuencia externa no funciona tan bien como antes de esa edad, porque la capacidad de producir colágeno es muy poca”, apunta la especialista. “Esta tecnología ofrece resultados espectaculares por su capacidad para inducir la creación de nuevo colágeno y reducir la grasa desde el interior”.

Rostro y zonas pequeñas del cuerpo

“Para su uso en la cara y en pequeñas zonas corporales”, la Dra. De Frutos indica: “mediante la combinación de la inyección de pulsos de radiofrecuencia y el depósito de la energía bajo la piel (a través de una cánula 1,30 mm), se producirá una retracción de la dermis, el tejido subdérmico y la fascia muscular, con un efecto tensor inmediato que seguirá mejorando durante meses gracias a la producción intensa de neocolágeno. En el caso de que haya grasa, como en la papada, la deshace, coagulándola.

Con una sola sesión, los resultados son en muchas ocasiones prácticamente equiparables a los de un lifting, pero sin pasar por quirófano, sin incisiones, sin anestesia general, sin sangrado, sin cicatrices y apenas sin hematomas. La recuperación es prácticamente inmediata. Dos horas después del tratamiento, el paciente puede irse a casa y volver en unos días a su vida normal. Eso sí, el paciente deberá llevar durante unos días una banda de compresión”.

Volumen, flacidez y exceso de grasa en cualquier zona del cuerpo

Explica la experta que, “la radiofrecuencia fraccionada subdérmica permite una remodelación corporal sin precedentes ya que, a diferencia del resto de técnicas, no solo elimina la grasa localizada, sino que además es capaz de trabajar la piel produciendo un retensado de manera mínimamente invasiva. Por lo tanto, en una sola sesión podemos atajar volumen, flacidez y exceso de grasa en cualquier zona del cuerpo con anestesia local: papada, abdomen, cara interna de brazos (alas de murciélago) y muslos, cartucheras, rodillas obra-rolls (los rollitos del sujetador en la espalda). Incluso también es útil para mejorarlas estrías. La lipólisis (disolución y eliminación de la grasa localizada en áreas específicas del cuerpo) asistida por radiofrecuencia fraccionada subdérmica (RFAL) utiliza unas cánulas más finas (en comparación con las más gruesas de la liposucción tradicional). Con anestesia local, se realiza una pequeña incisión de 2mm en un lugar discreto y se introduce la cánula más fina en la piel, con un electrodo interno que alcanza el tejido adiposo subcutáneo. La cánula externa, con su propio electrodo, queda sobre la piel y envía señales térmicas para fundir las células de grasa. La cánula interna emite ondas de radiofrecuencia a través del tejido adiposo a las capas más profundas de la piel. El calor generado por las ondas de radiofrecuencia produce el calentamiento de la grasa hasta licuarla, la contracción del tejido subdérmico y la retracción de la piel.

El procedimiento dura aproximadamente una hora y el paciente puede marcharse el mismo día, con una venda compresiva que deberá llevar durante una semana aproximadamente. Los resultados son inmediatos y se aprecian de manera definitiva a partir de los 6 meses”.