La Dra. Elena de las Heras, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha desmentido algunos de los falsos mitos sobre protección solar. Así indica que: “Se ha llegado a afirmar que los protectores solares impiden la correcta absorción de la vitamina D, algo que científicamente es rotundamente falso”.
La experta recuerda que son diversos los factores que influyen en la absorción de este micronutriente: “dependerá del fototipo de las personas para que sea mayor su síntesis. Del mismo modo, a los ancianos les cuesta más. Se absorbe más en verano que en invierno y el pico mayor es a las 12 del mediodía”.
Un factor fundamental es el fototipo de piel que es la capacidad de esta para asimilar la radiación solar. Su clasificación oscila entre 1 y 6 según la escala Fitzpatrick, una clasificación numérica desarrollada en 1975 por Thomas B. Fitzpatrick, que se utiliza hoy en día como herramienta para diferenciar los fototipos. Cuanto mayor es ese valor numérico, más cantidad de melanina genera la piel. Otros factores que influyen sobre el tiempo de protección de un solar también pueden ser: la localización geográfica, la hora de exposición, la actividad física y la sudoración.
Sobre si previenen o no el cáncer de piel y todos los tipos de tumores cutáneos, la experta afirmó que, “se ha dicho que los filtros solares prevenían el cáncer de piel espinocelular pero no el melanoma, estudios científicos realizados en Estados Unidos han confirmado que, los filtros evitan todos los cánceres de piel y además, el fotoenvejecimiento”.
Aplicación
También, la doctora aclara que “no es necesario, como antes se pensaba, aplicar la crema solar media hora antes. De hecho, un estudio llevado a cabo por el Laboratorio de Fotobiología y Dermatología de la Universidad de Málaga, demuestra que los protectores solares son efectivos desde los cinco minutos después de su aplicación en la piel”.
El factor de protección solar o índice de protección solar indica el tiempo durante el cual un protector solar aumenta la capacidad de defensa natural de la piel antes de llegar a quemarse, frente a los UVB. Es decir, un SPF 30, por ejemplo, hará que la piel tarde 30 veces más en enrojecer, que si no se aplicara protección.
Requisitos
Sobre las características que debe tener un fotoprotector con calidad, la Dra. De las Heras, que participó en un acto organizado por la marca P20, una gama de solares de la empresa Orkla Group explicó lo que hay que tener en cuenta:
- Seguridad. Es decir, que no sea tóxico ni alergizante
- Estabilidad frente a factores externos. La luz (fotoestabilidad) y el calor (termolabilidad)
- Efectividad. Tener un coeficiente de absorción activo en la zona eritemática y/o del espectro solar
- Comodidad. Que no manche la piel, que sea fácil de aplicar, que se extienda bien y tenga textura y aroma suave.