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Astenia primaveral en época de pandemia

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Según destaca Laura Palomares, psicóloga y directora de Avance Psicólogos, todos hemos pasado alguna vez por esta sensación de apatía, debilidad y bajón que provoca la llamada astenia primaveral. Este cuadro de fatiga, con falta de energía y sensación de cansancio físico y mental continuado, que no remite con el descanso y la astenia primaveral suele darse en el cambio de estación.

Cambios positivos

A pesar de que los síntomas de la astenia primaveral remiten poco a poco a medida que avanza la estación, este estado de letargo se nos puede hacer cuesta arriba si no sabemos cómo gestionarlo. Pero, son síntomas temporales nos preparan para cambios positivos, ya que poco a poco comprobaremos como nuestra vitalidad asciende, así como el ánimo y el deseo sexual.

Estos cambios van a influir sobre nuestro reloj circadiano, debido a que nuestra glándula pineal va a segregar menos melatonina (la hormona que induce el sueño) al detectar más horas de luz. Durante este proceso de reajuste, también nuestro hipotálamo produce menos serotonina y endorfinas, neurotransmisores y hormonas relacionadas con la motivación, así como descienden también los niveles de noradrenalina, hormona y neurotransmisor relacionado con la concentración y el estado de vigilia.

Más en mujeres

No sabemos porqué pero algunas personas sufren la astenia primaveral más que otras. Es posible que alergias asociadas, anemia o un sistema inmunológico debilitado, influyan. La franja de edad más común para padecer astenia primaveral es la de los 20 a 50 años, y, por otro lado, se da más en mujeres. En ocasiones, se asocia su aparición a causas psicológicas como la depresión, el estrés o la ansiedad, así como a la toma de algunos medicamentos como las benzodiacepinas.

Consejos

– Respetar el reloj circadiano y tratar de acostarse y levantarse siempre a las mismas horas.

– Mantener unos buenos hábitos de sueño, durmiendo suficientes horas.

– Realizar ejercicio físico de forma regular y no excesivamente intensa.

– Seguir una dieta sana, que asegure los nutrientes, vitaminas y minerales que el cuerpo necesita.

– Tener en cuenta los tiempos de descanso y ocio durante el día, ya que son fundamentales para mantener el ánimo.

– Mantener las rutinas, tratando de introducir pequeños descansos más a menudo durante estos días.