Un estudio del Instituto Fernández-Vega describe que la suplementación con coenzima Q10 mejora el campo visual en pacientes con ictus cerebral y otras patologías vasculares. El trabajo, realizado bajo la dirección de la Dra. Beatriz Fernández-Vega y la codirección del Dr. Héctor González Iglesias, investigador principal de la Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO), ha mostrado que la suplementación nutricional con coenzima Q10, combinada con otras vitaminas, mejora el campo visual de pacientes con oclusiones vasculares que afectan a la retina y al nervio óptico. Los resultados de la investigación han sido publicados en las prestigiosas revistas “American Journal of Ophthalmology case reports y Nutrients”.
“Las obstrucciones venosas retinianas, así como las neuropatías ópticas isquémicas, constituyen la segunda causa de pérdida de visión de origen vascular, y hasta ahora se consideraban irrecuperables”, señala la Dra. Fernández-Vega. “Esta pérdida irreversible de la visión se da especialmente en los casos en los que va acompañada de isquemia, falta de riego”, añade la doctora.
Estos estudios se han llevado a cabo en más de ochenta personas diagnosticadas de enfermedades vasculares que afectan a la retina y/o al nervio óptico entre los años 2009 y 2020. La mayoría de los pacientes notaron una mejora significativa en el campo visual tras el tratamiento con coenzima Q10 combinada con otras vitaminas. Los pacientes experimentaron un incremento promedio de un 13% de su campo visual por cada año de terapia.
“Hemos observado que la mayoría de los pacientes comenzaron a notar mejoras en su campo de visión a partir de los 3 meses y tras haber empezado el tratamiento con coenzima Q10 en combinación con otras vitaminas, con una recuperación significativa durante el seguimiento clínico”, comenta la doctora. “Esto se debe a que la coenzima Q10 contribuye a la síntesis de ATP, actúa como un antioxidante protegiendo las células neuronales del daño oxidativo, inhibe la generación de especies reactivas de oxígeno y desempeña un papel neuroprotector”, concluye la oftalmóloga.