La intención, cuando se lanzan bulos en salud, es perjudicar a un tercero, los creadores de este bulo buscan sacar provecho del desprestigio de otras razones, explican desde #SaludsinBulos, iniciativa de la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES) y la agencia de comunicación Comsalud, que tiene como objetivo combatir los bulos de salud en internet y las redes sociales y contribuir a que exista información veraz y fiable en la red.
Motivos de propagación de los bulos
– Intención de perjudicar a un tercero. Los creadores de este bulo buscan sacar provecho del desprestigio de otros. Cuando se habla mal de una marca o persona, la próxima vez que oigamos hablar de ella, la miraremos con recelo.
– Fomentar la alarma social. Un rumor sin base científica empieza a “correr” y no se sabe dónde, cómo y cuándo puede terminar.
– Mensajes que llevan implícito y oculto el interés real de quien lo lanza. Es el caso de los clásicos emails con spam que nos llegan porque se ha facilitado nuestro correo a alguna empresa que considera que nos interesan sus productos.
¿Por qué se difunden tan rápido?
La facilidad para crear cuentas en redes sociales y las lagunas legislativas propician este tipo de delitos informáticos por lo que los usuarios deben estar alerta cuando naveguen por la red. Quienes difunden bulos lo hacen porque creen que son ciertos y que van a ayudar a todos sus conocidos y contactos.
¿Dónde denunciar?
Si detectamos un bulo de salud debemos denunciarlo en la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil o en el Cuerpo Nacional de Policía ya que tienen los recursos necesarios para poner fin a estas prácticas.
Los grupos antivacunas eran desconocidos antes de la pandemia
El 45% de los españoles desconocía la existencia de grupos de antivacunas que difundan bulos de salud antes de la pandemia. Así se desprende de los resultados del I Estudio sobre Bulos en Vacunas, realizado por el Instituto #SaludsinBulos. El Dr. Luis Ignacio Martínez Alcorta, médico preventivo y vocal de la Asociación Española de Vacunología (AEV), valora este estudio como “una iniciativa necesaria para que, con muestras representativas de la población, se conozcan las amenazas a las que se enfrenta la ciencia y de esta manera se pueda hacer frente a la manipulación de ciertos sectores. Estos grupos polarizan a la población y obvian los avances que en materia de salud se han logrado, tanto con las vacunaciones como con otras medidas preventivas”.