Ante la crisis sanitaria que vive el país por el coronavirus Covid-19, los centros de Medicina Estética han cerrado sus puertas siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias para colaborar activamente en la resolución de esta emergencia en la que resulta fundamental la protección de la salud pública.
Es por ello que la Dra. Victoria Trasmonte, médico especialista en Medicina Intensiva y médico estético, así como profesora de máster de Medicina Estética explica a REDACCIÓN MÉDICA cómo está influyendo esta situación en el campo de esta especialidad.
En esta situación de crisis sanitaria todos queremos aportar. ¿De qué manera existe esta colaboración por parte de los médicos estéticos?
En primer lugar y representados por la Sociedad Española de Medicina Estética y en contacto directo con los Colegios de Médicos de toda España, nos hemos ofrecido para atender a todas aquellas necesidades asistenciales en las que podamos ser útiles.
Por otro lado, muchos compañeros han atendido a la requisa temporal de bienes solicitada por el Ministerio de Sanidad para asegurar el abastecimiento de productos sanitarios. Se ha informado sobre las existencias en nuestros centros o clínicas de productos sanitarios para la protección de la salud: mascarillas, guantes y batas desechables, entre otros, para poder enviarlos todos a hospitales que requieran de ellos. Se trata de un gesto generoso y solidario, absolutamente necesario en estos momentos.
¿En su caso cómo le ha afectado?
Mi consulta pertenece a la Unidad de Medicina Estética de la Fundación Jiménez Díaz, y al igual que el resto de especialidades privadas hemos retrasado todas las consultas hasta que remita la pandemia, poniendo mientras tanto todo el material a disposición del Hospital.
Por otro lado, me he incorporado plenamente al Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario 12 de Octubre ocupándome del tratamiento de pacientes con neumonías graves por Covid-19 que precisan cuidados críticos.
Esta crisis inevitablemente ha desplomado parte de lo que quisimos construir dando visibilidad a la importancia de unos cuidados sanitarios humanizados; este aislamiento no es sólo físico sino también social. En estos momentos tan vulnerables muchos pierden el contacto con sus familiares y seres queridos y es muy duro enfrentarse a algo así.
En este contexto formo parte de una plataforma sin ánimo de lucro que se llama “acortando la distancia” que pretende gestionar una red multimedia que permita la comunicación entre los pacientes que se encuentran aislados y sus familiares a través de videollamada. Los profesionales sanitarios pueden solicitar un dispositivo con conexión móvil para conectar a los pacientes aislados con sus seres queridos.
¿En esta situación se podría afirmar que el mundo de la Medicina Estética se ha paralizado o ha sido relegado a segundo lugar?
Nada más lejos de la realidad. Ante la emergencia sanitaria en la que nos encontramos, las clínicas han optado por el cierre temporal y la reprogramación de las citas hasta que la situación se normalice, pero el mundo de la Medicina Estética continúa teniendo una difusión en continuo crecimiento.
En la era de la tecnología se ha pasado de trabajar de manera aislada en la propia consulta a establecer conexiones públicas en redes sociales, mostrándole el trabajo al paciente a través de videos o publicaciones, e incluso entrevistas entre profesionales del sector. En este momento, coincidiendo con la crisis del coronavirus, esta socialización de la estética se ha multiplicado, haciendo que nos acerquemos a un paciente mucho más informado. Desde el mundo de la industria igualmente se han realizado esfuerzos para acercarse al profesional, ofreciendo multitud de recursos online que nos permiten continuar actualizados.
Tal es la aceptación que tienen los servicios de Medicina Estética en la población general, que estoy segura de que saldremos fortalecidos tras superar esta pandemia.