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¿Existen las moléculas antiaging?

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Aunque a día de hoy no tenemos suficientes parámetros para emitir un veredicto, el futuro hace presagiar que algunas moléculas, que hoy conocemos y utilizamos, van por buen camino para frenar el envejecimiento, pero aún es pronto para concluirlo, explica el Dr. Jorge Soto Delás, dermatólogo, director del Servicio de Dermatología de Policlínica Gipuzkoa y miembro del GEDET. Algunas de estas moléculas, según indica este especialista, pueden ser:

Espermidina. Se trata de una poliamina natural, éstas desempeñan un papel fundamental en la diferenciación celular, pero a medida que envejecemos sus niveles disminuyen. Hay estudios concluyentes de que las personas que la incluyen en su dieta viven más. A nivel cutáneo, la espermidina mejora la función barrera, aumenta los lípidos de la capa córnea y activa genes de rejuvenecimiento. Podemos encontrarla en el queso azul, los champiñones, las legumbres, frutos secos y los cereales.

Metformina. En el otro lado del espectro se encontraría una molécula que es un fármaco: utilizado desde hace más de 50 años para tratar la diabetes tipo 2, pues ayuda a controlar la cantidad de glucosa en sangre. Es el mejor ejemplo de cómo un medicamento con una indicación terapéutica contra una enfermedad ha demostrado tener beneficios colaterales antienvejecimiento, anticancerígenos, contra el desgaste de los telómeros y la senescencia celular (el envejecimiento de las células). Al ser de largo recorrido (se puso en el mercado en 1956), conocemos mucho de ella y resulta competitiva económicamente por la larga experiencia, de la misma forma que conocemos bien sus posibles efectos secundarios; sin embargo, no todas las personas responden igual. Muchas incógnitas deberán responderse antes de plantear su uso como inductor de un envejecimiento saludable: se ha comprobado que hay respondedores y no respondedores, harán falta pruebas para predecir la respuesta, hay que determinar la dosis correcta, la edad de inicio… y sobre todo, la ausencia de efectos secundarios cuando lo tomen a largo plazo personas sin diabetes. Para evaluar su eficacia y poder avanzar hay varios ensayos clínicos en marcha.

Quercetina. Flavonoide presente en frutas, verduras y semillas (cebolla, manzana y té). Es antioxidante, antibacteriano y antiinflamatorio.

Resveratrol, cúrcuma, astaxantina. Actúan contrarrestando el estrés producido por especies reactivas de oxígeno.

Eficacia

Estas moléculas y súpermoléculas están aún en distintas fases de investigación. Aún falta dar con la dosis, el tiempo de uso, la toxicidad (estar seguros de que no van a producir efectos secundarios), si pueden actuar como antagonistas (en medicina, sustancias que frenan la acción positiva de otra sustancia o actividad, como el ejercicio físico), y también determinar cuándo es bueno comenzar a utilizarlas, no podemos estandarizar la dosis. De la misma forma está comprobado que, algunas de estas moléculas no actúan igual en hombres que en mujeres.